Llevamos ya un par de semanas que hemos iniciado el acompañamiento desde mi hogar junto con el pequeño Bruno, y recientemente la pequeña Makena, un bebé precioso de tan sólo 4 meses.
El periodo de integración de la pequeña, es lento. Cuando oyes decir que los bebés tan pequeños no se dan cuenta de la ausencia de sus padres, te das cuenta que no es cierto cuando lo vives de primera mano, sobre todo cuando en las sesiones cortas de ausencia de la figura de apego, al regreso de éstos, compruebas la alegría y felicidad de la pequeña, al escuchar y ver a sus padres
En este periodo de integración vamos haciendo sesiones cortas de ausencia de su figura de apego así como de convivencia de los padres en mi hogar el tiempo que sea necesario para la criatura. Así poco a poco el desprendimiento se solapa en un integración, siendo lo menos dura tanto para el bebé como para la familia. Es muy importante crear un ambiente de confianza y comunicación entre nosotras, las Madres de día, y la familia. Ser conscientes de lo duro que es para ellos tener que dejar a sus criaturas al cuidado de una persona requiere de toda la comprensión, paciencia y empatía por nuestra parte.
