domingo, 9 de diciembre de 2012

El aprendizaje está en las cosas simples


En ocasiones los padres optan por la prohibición a sus hijos de hacer ciertas cosas por el simple hecho de que se pueden ensuciar, de que pueden ponerse enfermos o porque entrañan cierto peligro, sin darse cuenta de que experimentar ciertas cosas pueden ser muy valiosas para su desarrollo, aprendizaje y educación, en definitiva.

Me refiero a actividades simples y sencillas como ensuciarse con barro, arena, polvo. Jugar con los elementos de nuestra naturaleza como pisar un charco, dejarle sentir la caída de la lluvia sobre su cara y cuerpo, revolcarse en la arena, nieve, hierba, acariciar a los animales y decubir aquellos q viven en libertad, trepar por los árboles, caminar sin rumbo por el monte e ir descubriendo el entorno que le rodea, permitirle ir descalzo siempre que no haga un frío polar, enseñarle a construir juguetes útiles con materiales caseros, comer con las manos y un largo etc...

Creo que es muy importante dejarles ser, dejarles experimentar observando, manipulando, trasteando siempre, por supuesto, acompañandoles cogidos  padres e hijos de la mano, porque solo dejandoles ser podemos ir construyendo una sociedad mas concienciada con el mundo y con uno mismo.

Fuente de información Bebés y Más

Picture by Yvonne Cole-Dupuis


3 comentarios:

  1. Coincido contigo completamente Noelia. Hoy día es difícil ver a los niños con las botas de agua saltando en los charcos. En cambio cuando yo era pequeña lo primero que hacíamos al llover, era salir corriendo a saltar en ellos. Son experiencias únicas que se deben experimentar. Cada vez más parece que la educación se encamina hacia el interior de una burbuja.
    Saludos.

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  2. No dejamos a los niños experimentar, queremos que se comporten como adultos y quitarles la faceta más bonita de las personas, la de vivir el presente sin mirar más allá.
    Deben jugar y descubrir las cosas por sí mismos. No necesitan que estemos encima de ellos las 24 horas del día.
    Dejemos que sean niños y se comporten como tal
    Saludos

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  3. La falta de seguridad y la ausencia de los padres van al contrario de los reclamos de mayor presencia adulta y más seguridad.

    Los padres tienen como objetivo el control y la vigilancia. Y el juego necesita un componente de riesgo, aunque sea pequeño, que los adultos no pueden permitir. El cambio profundo es que mientras que, hace 30 años, los adultos no estaban y los niños se aprovechaban de esta ausencia para crecer, hoy los niños viven todo el tiempo frente a adultos que tienen como papel vigilar, enseñar o animar.

    Sigo tu blog. Si quieres puedes pasarte por el mio http://educacionsocialactual.blogspot.com.es/

    Un saludo .

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